
El peronismo pidió prórroga y definió a sus candidatos en una noche de tensión
El frente Fuerza Patria definió sus listas para las ocho secciones electorales de la provincia de Buenos Aires. Lo hizo en una jornada que rompió todos los récords de tensión. La nueva alianza del PJ llegó a estar atravesada por versiones de quiebre. Pero al final hubo acuerdo. Las dos secciones más pobladas -la Primera y la Tercera- estarán así encabezadas por Verónica Magario y Gabriel Katopodis, dirigentes cercanos al gobernador.
Como la negociación se estiró mucho más de lo esperado, el peronismo solicitó una prórroga de dos horas a la Junta Electoral de la provincia, el órgano administrativo que recibe y oficializa las candidaturas (y que, además, organiza y monitorea los comicios cuando son de carácter provincial, como los del 7 de septiembre).
La Junta Electoral concedió la prórroga, porque además hubo un corte de energía eléctrica en la zona céntrica de La Plata que complicó la labor de apoderados y de los integrantes de la Junta partidaria.
Pasada la medianoche, ya casi sobre las 2 de la madrugada, se alcanzó un acuerdo para que los nombres que encabezaran la lista en las secciones Primera (norte y oeste del GBA) y Tercera (sur del conurbano) fueran Katopodis, ministro de Infraestructura, y Magario, vicegobernadora e intendenta de La Matanza entre 2015 y 2019.
Desde el final de la tarde, los nombres de Katopodis y Magario habían sonado como dos buenas opciones para encabezar listas. Se los mencionaba como parte de un lote de cuatro potenciales postulantes para las secciones del conurbano. Todos ellos de buena sintonía con Kicillof. Aparte de Katopodis y Magario, ese cuarteto lo integraban el intendente de Pilar, Federico Achával, y su par de Almirante Brown, Mariano Cascallares.
En lo político, Katopodis y Magario se acercaron a Kicillof en los últimos años: forman parte del Movimiento Derecho al Futuro (MDF). Tienen, además, un vínculo diario con el mandatario, un trato que se fue haciendo más cercano.
Para definir entre aquellos cuatro nombres se analizó la cuestión de las candidaturas “testimoniales”. Una tesis que circula es que quienes se postulen y arranquen una campaña, renuncien su cargo actual luego de ser electos. Así podrán asumir la banca en la Legislatura para la que fueron votados. Otras opiniones no lo consideran necesario. Será un tema de las próximas semanas.
El consenso aceptado por las partes consistió en una distribución de las cabezas de lista en las ocho secciones electorales. Más allá de la Primera y la Tercera, en la Octava (la región que corresponde a La Plata, capital de la provincia) se decidió que encabece el presidente del PJ local, Ariel Archanco.
En las demás secciones electorales se acordó que en los primeros lugares fueran representantes de La Cámpora o asociados al kirchnerismo, pero también miembros del axelista MDF y personalidades con alto conocimiento en la respectiva región.
Así, los distintos nombres en cuestión son: en la Segunda Sección el intendente de Exaltación de la Cruz Diego Nanni (integrante del MDF); en la Cuarta el camporista Diego Videla, titular del Concejo Deliberante de Pehuajó; en la Quinta, la extitular de la Anses Fernanda Raverta (también de La Cámpora); en la Sexta el diputado provincial Alejandro di Chiara y en la Séptima la concejal de Azul María Inés Iaurini.
El desenlace llegó tras un suspenso que se dilató hasta iniciado ya el domingo. El acuerdo fue posible gracias a un esquema de distribución y contrapesos zurcido por tres partes: la corriente principal de Máximo y Cristina Kirchner, el axelismo del MDF y el Frente Renovador de Sergio Massa. También jugaron su parte las otras fuerzas. A estos espacios, más pequeños, les asignaron en algunos casos lugares en las listas nacionales del 26 de octubre.
Las definiciones más importantes ocurrieron en la recta final de la negociación. A media hora del plazo establecido por la Junta Electoral (23:59 del sábado), quedó firme una propuesta que fue aceptada por las tres partes.
Cuando la jornada plagada de nervios empezaba a decantar hacia el acuerdo, una cuenta de la red social X atribuida a Fuerza Patria difundió una foto de la tradicional “fumata blanca” que se ve en el Vaticano cuando los cardenales eligen un nuevo pontífice.
La imagen fue acompañada con un posteo entre divertido y lacónico: “Ufff. Qué lío. Ya estamos todos. Tranquilos. Unidos y organizados contra Milei”. La ocurrencia, se supo después, había surgido de una cuenta “fan” ligada la coalición, no de la oficial.
Para llegar a una propuesta aceptada por todos, los negociadores tuvieron que atravesar horas difíciles, de mucha incertidumbre. Hubo un momento de la noche en que tanto el axelismo como el cristinismo se prepararon para inscribir listas por separado.
Ese nivel de tensión venía incubándose desde media tarde, sobre todo por lo que ocurría en los municipios. En ese momento empezó a quedar claro que la confluencia en “listas conjuntas” estaba en riesgo, particularmente a nivel local.
La disputa por la integración en las listas llegó a su punto más álgido en la noche. Las diferencias eran mayores en los 84 municipios gobernados por el peronismo.
El eje del conflicto era la negativa de muchos intendentes a “abrir” espacios en las nóminas de concejales (para que se incorporen dirigentes de otros sectores).
En esta postura coincidían tanto jefes comunales del MDF como de La Cámpora y otros espacios del cristinismo. Cuando se les demandaba apertura en las listas locales, desde ambos lados reclamaban reciprocidad.
El planteo que escuchó Tiempo de dirigentes de la Primera y de la Tercera sección tenía la lógica del sentido común: “Yo abro la lista, pero el intendente de al lado (sobre todo si es de otro sector) tiene que mostrar la misma disposición”.
Los reproches quedaron expuestos cuando referentes locales del MDF emitieron comunicados desde las redes.
En Moreno, oeste del GBA, la agrupación anunció que “no legitimaría” una lista de concejales y consejeros escolares en la que no estuviera representada. “No entorpezca el proceso de inscripción de listas”, le reclamaron a la intendenta Mariel Fernández.
Una demanda similar hizo el MDF de Tigre, pero con la particularidad que estaba dirigida a Sergio Massa y Malena Galmarini (del Frente Renovador) y no a un intendente en ejercicio. Sucede que el jefe comunal de Tigre, Julio Zamora, puso distancia de la estructura oficial del PJ y se integró al espacio Somos Buenos Aires, por el cual será candidato en la Primera.
Por ese motivo, el armado de “Fuerza Patria” en Tigre quedó a cargo de Massa, exintendente del lugar. “Tigre no puede seguir siendo manejado como un espacio cerrado, ajeno a la participación”, le plantearon desde el axelismo.
Pero los cuestionamientos fueron también en sentido inverso. Desde La Cámpora objetaron por lo mismo a intendentes alineados con el gobernador. Los criticaron por la nula o muy baja voluntad de apertura mostrada en la boleta local. K
Kicillof y el propio Massa, por lo pronto, habían estado reunidos en la sede de la gobernación, en la manzana de la calle 6 entre 51 y 53, La Plata.
La conversación arrancó a media tarde, sin la presencia de Máximo. Sí estuvieron allí la intendenta de Quilmes Mayra Mendoza y el diputado bonaerense Facundo Tignanelli. Ambos cumplieron un rol de delegados del líder camporista y titular del PJ de PBA.
Pasadas las 20 la cumbre concluyó sin resultados. “A esta hora está todo roto”, fue el WhatsApp que circuló en ese momento, repetido como en loop. El mensaje partió desde varios celulares localizados en la gobernación. Lo mandaron desde testigos indirectos y hasta participantes.
El nudo del conflicto ya no eran las nóminas de concejales. En ese momento el desacuerdo más fuerte era a quién catapultar hacia las cabezas de listas en la Primera y la Tercera.
Esa era la clave para entender las broncas, Aunque haya excepciones y guerras locales que subsisten, por abajo.